Orar la Palabra
La Palabra nos enseƱa a no endurecer nuestro corazĆ³n cuando pasamos por el dolor y el sufrimiento. Estos versĆculos de la Biblia nos recuerdan que veremos el poder de Dios si permanecemos quebrantados. Dejanos rezar.
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Toda alabanza a Ti, el Padre de nuestro SeƱor Jesucristo. Es por tu gran misericordia que hemos nacido de nuevo porque resucitaste a Jesucristo de entre los muertos. Ahora vivimos con gran expectativa. (1 Pedro 1:3)
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Gracias, JesĆŗs, porque desarmaste a los gobernantes y autoridades espirituales. Los avergonzaste pĆŗblicamente con Tu victoria sobre ellos en la cruz. (Colosenses 2:15)
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SeƱor, gracias a Ti que siempre nos llevas al triunfo en Cristo, y por medio de nosotros, difunde la fragancia de Tu conocimiento en todo lugar. (2 Corintios 2:14)
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SeƱor JesĆŗs, nuestro propĆ³sito determinado es que podamos conocerte, y que de la misma manera podamos llegar a conocer el poder que emana de Tu resurrecciĆ³n, y que podamos compartir Tus sufrimientos de tal manera que seamos continuamente transformados [en espĆritu a Tu semejanza incluso] hasta Tu muerte, [en la esperanza]. (Filipenses 3:10)
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Padre, gracias porque sanas a los quebrantados de corazĆ³n en los Estados Unidos y vendas sus heridas. (Salmo 147:3)
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SeƱor, muchas son las aflicciones de los justos pero gracias porque de todas ellas los libras. (Salmo 34:19)
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Gracias, SeƱor, porque estĆ”s cerca de los que tienen el corazĆ³n quebrantado y salvas a los que tienen un espĆritu contrito. (Salmo 34:18)
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SeƱor, bueno es para nosotros haber sido afligidos, para que aprendamos tus estatutos. (Salmo 119:71)
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Los sacrificios de Dios son un espĆritu quebrantado, un corazĆ³n quebrantado y contrito; estos, oh Dios, no los despreciarĆ”s. (Salmo 51:17)
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SeƱor, guardaremos nuestros corazones con toda diligencia mientras oramos por los EE. UU., porque de ellos brotan los asuntos de la vida. (Proverbios 4:23)
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Gracias, JesĆŗs, porque eres la resurrecciĆ³n y la vida. Los que creen en Ti, aunque mueran, vivirĆ”n. (Juan 11:25)
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SeƱor, ayĆŗdanos a permanecer fieles incluso en nuestro sufrimiento porque entonces tambiĆ©n reinaremos contigo. (2 Timoteo 2:12)
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SeƱor, te pedimos que nos des un solo corazĆ³n y que pongas un espĆritu nuevo dentro de nosotros, y quites el corazĆ³n de piedra de nuestra carne, y nos des un corazĆ³n de carne. (Ezequiel 11:19)
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Padre, cuando estemos orando, si tenemos algo contra alguien, se lo perdonaremos, para que TĆŗ tambiĆ©n perdones nuestras ofensas. (Marcos 11:25)
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SeƱor, nuestro consuelo en nuestro sufrimiento es este: Tu Palabra nos aviva y nos da vida. (Salmo 119:50)
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Gracias, JesĆŗs, porque sufriste y moriste fuera de la puerta [de la ciudad] para que pudieras purificar y consagrar a la gente mediante [el derramamiento de] tu propia sangre y apartarlos como santos. (Hebreos 13:12)
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Padre, gracias porque todo el que estĆ” en ti es una nueva creaciĆ³n; las cosas viejas han pasado; he aquĆ todas las cosas son hechas nuevas. (2 Corintios 5:17)
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SeƱor JesĆŗs, ayĆŗdanos a seguir tu ejemplo. Fuiste oprimido y afligido, pero no abriste tu boca. Fuiste llevado como cordero al matadero, y como oveja delante de sus trasquiladores, y muda, asĆ no abriste tu boca. (IsaĆas 53:7)
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Padre, gracias porque nuestra leve aflicciĆ³n, que es sĆ³lo por un momento, estĆ” obrando en nosotros un cada vez mĆ”s excelente y eterno peso de gloria. (2 Corintios 4:17)
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SeƱor JesĆŗs, ya que TĆŗ padeciste en la carne [y moriste por nosotros], nos armaremos [como guerreros] con el mismo propĆ³sito [estar dispuestos a sufrir por hacer lo correcto y agradar a Dios], porque quien ha sufrido en la carne [ser afĆn a Cristo] se hace con el pecado [intencional] [habiendo dejado de agradar al mundo]. (1 Pedro 4:1)
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Te miramos, JesĆŗs, el autor y consumador de nuestra fe, quien, por el gozo puesto delante de ti, soportĆ³ la cruz, despreciando la vergĆ¼enza, y se sentĆ³ a la diestra del trono de Dios. (Hebreos 12:2)
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Padre, avanzamos hacia la meta, al premio del supremo llamamiento en Cristo JesĆŗs. (Filipenses 3:14)
Roto
JesĆŗs no permitiĆ³ que el rechazo, el sufrimiento y el dolor endurecieran Su corazĆ³n. En cambio, Ćl se hizo quebrantar y derramĆ³ Su vida por nosotros.
Sigamos Su ejemplo y permitamos que Dios use nuestro quebrantamiento para liberar almas en los Estados Unidos.
āMi sacrificio [el sacrificio aceptable] a Dios es un espĆritu quebrantado; un corazĆ³n quebrantado y contrito [quebrantado por el dolor del pecado y humilde y completamente arrepentido], oh Dios, no lo despreciarĆ”sā. Salmo 51:17 (LBLA)